Es solo un año mas, marcado por un olvido repetido y unas perdidas irremplazables. Asi es, cometí los mismos errores del 2012 intentando repararlos, regrese a mis rutinas de autodestrucción de años pasados y al genocidio masivo de neuronas que pensé ya había superado en vidas o momentos de antaño.
Al final, de nada valdría contarles toda mi año, estamos sumergidos en un mundo donde suponemos y creemos ciegamente en las palabras de los demás, al menos si son personas en las que confiamos y mucho mas si son aquellas a las que amamos; de nada valdría repetirles que como siempre salí lastimado por intentar seguir escribiendo en un libro cuyo final solo había sido postergado y como en esas secuelas baratas del cine, la segunda parte siempre es desastrosa y para nada comparable ni admirable con lo que fue la primera, al final ningún sentido tendría comentarles que lastime a muchas que me entregaron su querer, a muchas que no vieron lo roto e incompleto que estaba, segadas tal vez por el deseo de ser felices o incluso hacerme sonreír.
¡JA! fue un muy buen año a pesar de todos los problemas sentimentales, de toda la mierda que me hizo comer y de todas las veces que me engaño y me hizo confiar en su “amor incondicional y verdadero” … aceptemoslo, hemos cambiado con el devenir de los días, hemos aprendido a disfrutar de las cosas pequeñas y de esas sonrisas en los parques que realmente nos atrapan los sentidos.
De alguna u otra manera, los besos y el sexo de todo este año han sido reconfortantes pero agobiantes, han acabado con mi alma pero me han forzado a revivirla. Las borracheras, el vomito, las alucinaciones, las fiestas, los trajes y el desapego hacia todo el respeto posible hacia a mi cuerpo, me han recordado que vivir es solo cuestión de momentos y que debemos ir acostumbrándonos a todo el viento que se pueda recibir y manejar.
¡Vamos! viste a tu héroe de la guitarra y a tu mayor ejemplo de vida, escribiste un cuento y cumpliste con ese pequeño fragmento de ser “incondicional” estuviste siempre que te buscaron y buscaste cuando en verdad lo necesitaste, fuiste realmente genuino contigo mismo y con todos aquellos que te rodearon, aunque cambiaste, seguiste siendo tu mismo.
Si, me aleje de mis amistades mas valiosas, pelee con quien se podía llamar mi hermano, pero al final todo resulto bien y aunque las cicatrices se ven, la confianza y los momentos siguen perdurando, se
siguen escribiendo.
¡Por fin! la superaste, aprendiste a vivir sin ella y sin su injustificable presencia, aunque tengas noches dónde todo duele y solo un abrazo de su parte parece calmarte, despiertas y comprendes que en verdad nada ha de doler tanto si en verdad te ama y te quiere.
En verdad no se ni que quiero decir, no me prometí nada para el 2013 entonces no puedo decir que estoy arrepentido o que en verdad me siento decepcionado, aprendí muchísimo y fue un año muy productivo, crecí demasiado y día a día entendí que el valor de lo aprendido en cada segundo, es mas valioso que una calificación que muestre como eres de bueno haciendo copia o como eres de excelente memorizando toda una cantidad de basura inservible y a veces inoficiosa.
¡apresurate! maldito año, quiero que te acabes ¡YA! .. quiero no comenzar de nuevo, pero si vivir incluso mas, seguir queriendo a todas esas pequeñas partes de mi alma, seguir confiando en Viviana, seguir deseando a la mujer que me habla cada 12 horas hace unos días, seguir abrazando a Jeniffer por la cintura y que me diga que soy muy coqueto, quiero seguir conociendo personas que con su curiosa forma de vivir la vida, me enseñen a agregarle algo mas a la mía, quiero seguir viviendo.
No como lo he estado haciendo, obviamente eliminando ciertos detalles, ciertos conflictos personales y ciertos impulsos de ir por la vida besando lo que no debemos e ilusionando a quien lamente quiere ser amado, vivir un nuevo año no solo porque sea 1o de Enero del 2014, sino porque el final del 2013 no ha estado para nada mal, ha estado simplemente como todos los pasados, a un minuto mas de ser un día nuevo cualquiera, de solo simbolizar una fecha inexacta y a veces innecesaria, a un minuto incluso (o a un día para ser mas exactos) de en verdad entregarme a nuevas promesas y nuevas personas, de nuevos proyectos, éxitos y fracasos, amistades, memorias e increíbles y asombrosas nuevas historias.